Llegar al hermoso pueblo de Matucana es una aventura para aquellos que quieren poner en práctica sus habilidades tipo Indiana Jones. Este pueblo, capital de la provincia de Huarochirí ubicado en el valle del Rímac, en el departamento de Lima llegando al km. 74 de la Carretera Central, entre hermosas y verdes montañas en las que a medida que avanzas te vas sumergiendo más y más, es una experiencia única. Es un lugar ideal para las caminatas, el turismo de aventura y naturaleza y está ubicado a una altitud de 2, 389 msnm.
Para pisar la majestuosa ciudad, llena de cultura e historia, existen dos medios. Para los más aventureros de mochila al hombro está la llegada en bus que consta de dos micros. El primero sale de la ciudad de Lima, en la Av. Grau, que por s/. 2.50 y dos horas de viaje te tienen con el Cristo en la boca de la emoción que genera esta experiencia. Luego se hace el empalme en el Parque Echenique, donde la afluencia de transporte público se hace de forma ordenada con una línea de personas que van subiendo a las coasters a medida que se van llenando y de esta manera empieza el segundo tramo del viaje. Ya en el segundo bus, después de pagar s/. 3.00 y con ojos cansados de ver el cielo gris de Lima y las nubes polvorientas que los carros levantan a su paso, te vas internando en un maravilloso paisaje lleno de los más variados tonos de verde que ni Picasso pudo representar en sus lienzos.
Por otro lado, y para los viajeros que buscan la comodidad, está el transporte privado, que nos separa dos horas de esta ciudad de clima seco y templado con una temperatura promedio de 27º C en verano y hasta 19º C en invierno. Reconocer que se ha llegado a Matucana es fácil. A lo lejos se logra divisar el puente rojo "Eduardo de Habich" y el arco de color celeste que da la bienvenida.
Antiguamente para encaminarse a Matucana existía el ferrocarril. La antigua estación hasta la cual llegaban los trenes de Lima - Matucana y paso ineludible para los trenes de La Oroya que traían minerales. Actualmente esta vía no es utilizada por los viajeros.
Pasar una noche en la tranquila Matucana es inigualable. Según la municipalidad de la ciudad, existen 250 camas en los cinco hostales que se pueden encontrar, donde por S/.10 tienes lo más básico e indispensable. Hay cuartos de una, dos y hasta tres camas, con frazadas para el frío que suele hacer en las madrugadas, y una mesita donde poner las cosas. En la mayoría, los baños son compartidos. Hay uno que se ubica fuera de esta y es uno de los más caros, pero valdría la pena pagar $15 dólares la noche.
Para pisar la majestuosa ciudad, llena de cultura e historia, existen dos medios. Para los más aventureros de mochila al hombro está la llegada en bus que consta de dos micros. El primero sale de la ciudad de Lima, en la Av. Grau, que por s/. 2.50 y dos horas de viaje te tienen con el Cristo en la boca de la emoción que genera esta experiencia. Luego se hace el empalme en el Parque Echenique, donde la afluencia de transporte público se hace de forma ordenada con una línea de personas que van subiendo a las coasters a medida que se van llenando y de esta manera empieza el segundo tramo del viaje. Ya en el segundo bus, después de pagar s/. 3.00 y con ojos cansados de ver el cielo gris de Lima y las nubes polvorientas que los carros levantan a su paso, te vas internando en un maravilloso paisaje lleno de los más variados tonos de verde que ni Picasso pudo representar en sus lienzos.
Por otro lado, y para los viajeros que buscan la comodidad, está el transporte privado, que nos separa dos horas de esta ciudad de clima seco y templado con una temperatura promedio de 27º C en verano y hasta 19º C en invierno. Reconocer que se ha llegado a Matucana es fácil. A lo lejos se logra divisar el puente rojo "Eduardo de Habich" y el arco de color celeste que da la bienvenida.
Antiguamente para encaminarse a Matucana existía el ferrocarril. La antigua estación hasta la cual llegaban los trenes de Lima - Matucana y paso ineludible para los trenes de La Oroya que traían minerales. Actualmente esta vía no es utilizada por los viajeros.
Pasar una noche en la tranquila Matucana es inigualable. Según la municipalidad de la ciudad, existen 250 camas en los cinco hostales que se pueden encontrar, donde por S/.10 tienes lo más básico e indispensable. Hay cuartos de una, dos y hasta tres camas, con frazadas para el frío que suele hacer en las madrugadas, y una mesita donde poner las cosas. En la mayoría, los baños son compartidos. Hay uno que se ubica fuera de esta y es uno de los más caros, pero valdría la pena pagar $15 dólares la noche.
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